
Un experto te cuenta sus trucos a la hora de mantener la ropa de cama como el primer día.
A
veces lavar una sábana puede ser una tarea complicada: su tamaño es
considerable y al mojarse todavía se hace más pesada. Para facilitar
esta tarea y que resulta práctica y sencilla, te brindamos algunos
tips salvadores.
- Seguí las
indicaciones del fabricante al pie de la letra. Todos los fabricantes
incluyen una etiqueta con las indicaciones de lavado. Debés seguir esos
pasos para asegurarte de que tus sábanas continúen como nuevas después
de una serie de lavadas.
- Las sábanas de algodón pueden lavarse en el lavarropas utilizando siempre agua tibia, nunca caliente.
- No es necesario utilizar suavizantes porque las sábanas de algodón se vuelven más suaves con los lavados.
- No laves tus sábanas con cloro ni lavandina porque las fibras se deterioran y pierden suavidad con el paso del tiempo.
- Se
recomienda remojar las piezas previamente. Si tenemos tiempo lo ideal
es poner a remojar nuestras sábanas durante 20 minutos y después
lavarlas en un ciclo normal.
- Una vez lavadas, enjuagar las sábanas con agua fría.
- Si
es un día soleado, lo ideal es secar las sábanas al aire libre. De esta
forma, los blancos quedarán más blancos gracias a que la luz solar
actúa como desinfectante natural y es perfecta para ayudar a eliminar
bacterias.
- Para conseguir los mejores resultados, planchá las sábanas mientras aún estén un poco húmedas.
- Lavá tus sábanas cada semana o, como máximo, cada 15 días.
- Como
un toque final, podés comprar un pulverizador aromático con tu
fragancia favorita para usar después del planchado o rociar las sábanas
mientras hacés la cama. Podés refrescar las sábanas cuántas veces
quieras y siempre tendrán un aroma exquisito.
Por Hernán Levy, deOregon Hotel..
Comentarios
Publicar un comentario
Tus comentarios son bien recibidos!